lunes, 5 de marzo de 2007

Lima y esmalte

Uno de los primeros blogs que leí en mi vida sigue abierto. Cuando me enganché de verdad a las páginas personales escribí sobre ello en el periódico. Empecé el texto con un entrecomillado de ese primer blog, que venía a decir: "Hoy me he pintado las uñas de rojo. No hacía eso desde los años 70". Yo me pinté las uñas el sábado por la noche. Viendo a Marlon Brando en 'La ley del silencio'. Qué película más inquietante y estupenda. Qué ojos más raros tenía Brando. Él acompañaba a Eve Marie Saint a casa y yo me ponía una segunda capa color vino picado en las uñas.

Hacía un año que no me pintaba las uñas. O más. Cuando nació Bruno las tenía siempre cortas, limaditas y suaves como las de una intelectual. Tenía miedo de arañarle si me dejaba garras de famfatal. Una de tantas decisiones que me han seguido hasta aquí, hasta este rincón en el que de pronto descubro que ya no voy al cine, ya no escucho música en casa, ya no tomó café con casi nadie, ya no me pinto las uñas.

Así que dejé que Marlon Brando se debatiera a saco sobre la conveniencia de denunciar a todos los malones y saqué el esmalte marca porqueyolovalgo. El día menos pensado tiro el rimel seco a la basura y me compro uno nuevo.

1 comentario:

V dijo...

Que ya no escuchas musica en casa? No me lo puedo creer. Tu casa siempre ha sido sinonimo de musica...

:miedo: emoticon de los chats del mundo.es, ese con los ojos que salen de sus orbitos, ya sabes exactamente a cual me refiero!