martes, 3 de abril de 2007

De tu edad

Una cosa son los años y otra la edad.

Qué silencio.
(Será que la mitad de quienes normalmente me leéis habéis hecho una espantá ante la perspectiva del rollo "la edad está en el interior y lo importante es cómo te sientas, no lo que diga el DNI").

Una cosa son los años y otra es que alguien que podría ser tu padre o tu tío el mediano te diga "la gente de nuestra edad" y resulta que se refiere a su edad y a la tuya COMO SI FUERAN LA MISMA FRANJA HORARIA. Decido que son argucias para crear cercanías ficticias entre personas, pero no puedo evitar hacer memoria. Rebobino hasta que mis pies se plantan delante del mostrador de la farmacia. "Es que se me ensucia el pelo", le explico. La farmacéutica -canosa de pelo, serena de ojos, con la piel del cuello descolgada- me mira prolongadamente, esperando a que continúe, con un tipo de atención que sólo he detectado en farmacéuticos. Así que amplío información y le cuento que esto nunca me ha pasado, que el pelo limpio me dura unas horas, que ya no sé si embutirme para siempre en un sombrero panamá o fomentar el look GI Jane. "Esto pasa a nuestra edad, sobre todo si eres madre. Prueba con este de Vichy". Sobre el mostrador he colocado el antibiótico infantil y crema extra hidratante ultra mega intensa o sea no te cuento lo que hidrata para la piel de Bruno. La farmacéutica no necesitaba más pistas para saber que tengo un hijo, así que salgo de allí con la etiqueta de madre, la de "nuestra edad" y la de "estresada, hormonalmente irregular y con el pelo grasiento".

Y lo cierto es que con 33 años no tengo ni idea de cuántos años tengo y mucho menos de la edad a la que pertenezco.

(feliz cumpleaños, lovely ;)

1 comentario:

V dijo...

Mushas gracias uma b!!!