
Son cuarentaycinco minutos de autobús por la A-6 y a esas horas el que no duerme es porque tiene la conciencia llena de asuntos turbios o cafeína. Cuando bajo en Moncloa aún me quedan veinte minutos de trayecto en dos líneas de metro y camino hacia el torniquete intentando no frotarme los ojos, dejando que mis pies-el cuello-las puntas de los dedos de la mano izquierda-los riñones se vayan reacomodando en el cuerpo después de despertarse por segunda vez.
1 comentario:
je, como yo pero sin A6
Publicar un comentario